Recuerdos

Conocí al Señor durán prácticamente dede que llegué a vivir en la carrera 5 de Táriba. Casi al lado del Cine, hoy supermercado. Cuantas veces me tropecé con él?, decenas, centenas, tal vez mas, desde 1969.
Lo veía como un hombre muy modesto, por la vestidura y por la apariencia, pero siempre lo saludé con amabilidad y respeto. De repente un día lo ví, con su gesto de desgano característico, tocando el redoblante en la Banda Municipal, en la retreta del Domingo en la Plaza Bolívar. Me sorprendió. A pesar del desgano marcaba compases muy precisos, era buen músico.
En el transcurrir de los años, al saludo se le empezaron a agregar miniconversaciones. Miraba al horizonte y comentaba algo del clima, de la gente, de la ciudad o de la vida. Era excéntrico en sus apreciaciones, pero cordial al confrontarlas. Ya en cierto momento eramos, de una manera particular, especial, amigos.
Cuando en 1987, conociéndolo mas de 3 lustros, siempre en la calle y al pasar, llegué a la encrucijada del matrimonio, no me acuerdo como, terminé escuchando su oferta como fotógrafo. Mi primera reacción fué cautelosa, primero porque aun cuando a veces se le veía con una buena cámara, el populacho decía que no le colocaba rollo, que era "pura pantalla", inclusive que esa era su manía de orate. Segundariamente, porque su apariencia descuidada me hacía temer que no tuviese habilidad para el encuadre, fotos frías, desacomodadas pues.
Pero lo reté, le dije que se yo que cosas, y sus respuestas me convencieron. Lo contraté para aquel 8/8/87 cuando Monseñor Buitrago me casó. Algunos de mis relacionados no dejaron de manifestarme por señas, y algunos mediante un discreto susurro, la fama de las fotos que tomaba "Caramelo", sin rollo en la cámara. Alguno casi se va a buscar una cámara ante el temor de un fracaso de mi amigo.
Casi a 20 años de aquellos momentos, mis hijos hojean el albun donde unas 100 excelentes fotografías, muy bien encuadradas, con el balance de luz apropiado, con una buena combinación de diafragma y exposición, dentro de la oscuridad de la iglesia, con el sol brillando en el atrio o con una iluminación media donde se hizo el desayuno, que buen fotógrafo!.
El artículo anterior, se escribió despues de 3 o 4 noches de conversación en una venta de comida rápida que funcionó en la 5 con 5 durante algunos años. Debo recordar que el voluntarioso joven que la regentaba, Anthonny Ogliastre, "Tony", falleció trágicamente en accidente motociclístico algunos años después. El Señor Durán no era fácil de interrogar, reservado, casi como tímido, en realidad muy humilde, poco a poco nos fue dando los datos que se anotaron mientras él vivía. Algunos días después de publicado el artículo coincidimos en el negocio, quise conocer sus impresiones y fue muy claro: me agradecía mucho el gesto pero el no sentía que tuviera importancia en la comunidad y me lo agradeció gentilmente pero lo consideró una "cosa muy suya, profesor", la publicación.
Pocos años después, en una de sus caminatas entre Táriba y San Cristóbal murió como consecuencia de un atropellamiento en la Avenida Libertador. El oficio religioso en la Basílica se realizó con todos los escaños llenos y aún con gente de pié, Táriba si quiso al Señor Durán y lo demostró en su último viaje.
Yo, perdonen ustedes, la manera de confidencia personal, extraño todavía al amigo Durán.